martes, 15 de enero de 2008

Otra niña desaparecida

Los padres y familia de la pequeña de 5 años Mari Luz Cortés están viviendo un auténtico calvario desde el pasado domingo en el que la niña salió de casa para ir a comprar una bolsa de patatas al estanco y nunca más regresó. La familia, de origen humilde se dedica a la venta ambulante y viven en el barrio El Torrejón, en Huelva. Su desesperación es tal, que han manifestado incluso su voluntad de vender lo que sea necesario para pagar el rescate de su hija si acaba confirmándose la sospecha del secuestro.

No me olvido de otras situaciones parecidas: la historia del pequeño Yeremi de Gran Canaria (de 7 años) o la mundialmente conocida Madeleine, desaparecida en el Algarve, en Portugal (cuando sólo tenía 3 años) o tantas historias que desconozco y aunque no deben ser tan mediáticas, recorren nuestra geografía.

Intento pensar qué puede motivar a alguien a tomar por la fuerza a un niño. Busco el ¿por qué? y el ¿para qué?. La verdad es que se me ocurren varias y malévolas razones para explicar dicha perturbación.

Los niños son lo más sagrado que hay, y eso, ha de respetarse. No dejo de imaginar crueles castigos para las personas que llevan a cabo dichas atrocidades con seres tan indefensos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu lo has dicho: los niños son lo mas sagrado de este mundo, los hijos en genera. Por ellos hay que luchar, pelear, y cualquier cosa..es puro instinto. no sé que pasa en los ultimos años, pero los que tenemos niños...estamos bastante inquietos...que séres habrá en este mundo capaces de hacer daño a lls niños ? Que monstruos ha creado la humanidad....