lunes, 30 de enero de 2017

Lío


Para una mente ordenada y más bien cuadriculada como la mía, según qué maneras de hacer o vivir, son complejas de entender, para qué os voy a engañar.

Esas líneas inacabadas, curvas sinuosas, enmallado de posibles caminos sin descifrar e intersecciones que marcan mil y un senderos posibles marcan lo que en definitiva es la vida, lo sé, pero siguen siendo difíciles para mi sencillo entendimiento.

Y cada vez es más así, y me adapto, lo intento, de veras que sí. E incluso a veces, lo consigo.

Por que nuestra existencia no es un camino recto y firme en absolutamente ningún momento de la vida, y por qué la verdad, todo aquello que roce la perfección y el rigor, a veces apesta a viejo, arcaico y aburrido.

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