Estos días están siendo especialmente emotivos. Ya sabéis que la navidad es uno de los momentos del año que más disfruto. Nosotros somos pocos de família, cada vez menos, ley de vida... pero aun así, me encanta pasar ratos con ellos. En realidad siempre he sido muy familiar, éste siempre ha sido el puntal más importante de mi vida, casi todo lo que hago gira entorno él y no puedo (ni quiero) evitar compartir con ellos los Buenos, y también los malos momentos que una, inevitablemente, pasa. Como yo no soy creyente, vivo la navidad de un modo no religioso pero sí espiritual. Me evoca paz, relajación, tiempo de família, juegos, sentimientos, reflexión personal.
Y así ha sido esta navidad también.
Más tarde llega el inicio del nuevo año. Presiento que este 2.017 va a ser un buen año. El 2.016 también lo fué, no me voy a quejar. Gente bonita que te acompaña en la vida, família cerca, siempre muy cerca, viajes únicos con quién más amo, vacaciones, proyectos personales en marcha, trabajo, mucho trabajo, gustazo de trabajo! Me siento de verdad afortunada.
Pero éste... éste año será fantástico, lo sé. Para empezar, celebro con máxima ilusión que hace 7 años que soy madre. Este regalo, mi hijo, se hace mayor y me hace cada día más feliz. Le estrujo y le beso y le acaricio y le digo un millón de veces que le quiero, por qué así es, le quiero con locura. Él crece, madura, aprende y disfruta y yo no puedo más que acompañarle en esta vida que es la suya, repitiéndole sin cansancio que siempre voy a estar a su lado, pase lo que pase. Por qué, ¿qué es la maternidad sinó eso? Una declaración de amor eterno e incondicional.
Os propongo una cosa, ¿qué tal si vivimos este año cómo si no hubiese más? ¿Qué tal si decimos a los que queremos que les queremos? Y pasamos más tiempo con ellos. Y acompañamos a los que nos necesitan. Y ayudamos a los que aun necesitándonos, nunca nos lo van a pedir porque puede que ni nos conozcan.
Feliz 2.017!
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