martes, 30 de junio de 2015
La intensidad de la política
La política si algo es, es emoción. Muchos creen que no es así, incluso que no debería ser así. Son más del parecer que en política hay que ser analista, frío, experto, técnico y que las emociones es algo que no se les puede permitir a los que toman decisiones globales y para la colectividad.
Discrepo. Niego la mayor. Nada ni nadie puede mantener el ritmo de hacer política de verdad (si se hace bien, honradamente y en consciencia) si no lo hace por emoción. Por el servicio a los demás, por la satisfacción de trabajar para tu comunidad, por los valores que nos inspiran y lo han hecho antes de a mi a millones de personas y muchas generaciones, por lo mucho que significa imaginar tu ciudad en el futuro y trabajar intensamente para ello.
No puedo hablar de otra política que no sea la municipal. Esa es sólo mi experiencia, y desde luego, seguro que infinitamente más satisfactoria que cualquiera, al menos para mi.
Ojalá las personas, tuviésemos la oportunidad, y sobretodo la voluntad, de mejorar el mundo que nos rodea de algún modo, sea des de la política o des de cualquier ámbito distinto al que mayoritaria, cortoplacista y egoistamente impera actualmente en nuestra sociedad.
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