Tendencias 2008

Ayer estuve con mi amiga en un desfile de moda de novias para la temporada 2008. Realmente fue ineteresante. Yo no había estado antes en una acontecimiento similar y fue divertido.

La pasarela se había montado colocando alrededor una sesentena de sillas, donde todas las mujeres allí reunidas se encontraban expectantes. Como bienvenida, una botella de agua, un par de revistas de moda de novias y otras cosas relacionadas con los bodorríos (resturantes de la zona, tiendas de regalos e invitaciones, fotógrafos, decoración floral), un bolígrafo de Jordi Lavanda monísimo y algunas chocolatinas. Muy chic, vamos. Además, un díptico con los nombres de cada uno de los 32 modelos que se iban a ver para poder ir anotando los que más gustaban.

Cuando la música empezó, unas modelos guapísimas y requetealtas empezaron una a una a lucir los vestidos. Realmente preciosos, una muy buena puesta en escena y un ambiente relajado que permitía disfrutar de las experiencia en compañía de madres, hermanas y amigas.

¿Podría ser verdad si dijera que ya elegí el mío? No lo sé. Pero es que al verlo, pensé, está hecho para mi. La verdad es que fui sin ninguna expectativa, no soy yo mucho de mirar vestidos, tendencias y modelos. Siempre dije que conmigo íbamos a sudar la gota gorda, porque los vestidos de novia, en general, no me gustan. Al menos no para mi. Me imagino con ellos puestos y pienso: que bodrio, ¡si no soy yo! Y la verdad es que puestos en esas súper tías estupendas, me gustaron más de uno.

No sé como irá la cosa, pues vestirse de princesa no es nada fácil, cuando una no se siente así.

Moni, te agradezco mucho el esfuerzo.