Ya huele a vacaciones. Vas por la autopista y de pronto de das cuenta de algo que hasta ahora no ocurría: faltan coches y no hay caravana. Es como si la mayoría de las personas estuvieran en otro sitio que por supuesto no es este. Que hay movimientos en vacaciones es más que lógico, pero lo que he comprobado es que esos movimientos no son ni en los alrededores de mi trabajo ni en mi querida ciudad.
En el trabajo algunos ya se han marchado, alguno ya ha vuelto. La actividad se relentiza y casi todo se deja para después de las vacaciones.
Éstas van a ser especiales, no por lo que serán, que también, sino por lo que vendrá cuando terminen.
La vida está llena de cambios, altibajos controlables (algunos no) que hacen del camino un lugar en el que hay que estar atento, nunca desperdiciar las salidas que se presenten y lanzarse al cuello de las oportunidades.
En el trabajo algunos ya se han marchado, alguno ya ha vuelto. La actividad se relentiza y casi todo se deja para después de las vacaciones.
Éstas van a ser especiales, no por lo que serán, que también, sino por lo que vendrá cuando terminen.
La vida está llena de cambios, altibajos controlables (algunos no) que hacen del camino un lugar en el que hay que estar atento, nunca desperdiciar las salidas que se presenten y lanzarse al cuello de las oportunidades.
2 comentarios:
Ves lo que te decía?!?!?!
Te he contestado al email, no al comentario...
Besos
hija, todo lo cuentas a medias, bueno ya me enterare cuando vengas
Publicar un comentario