La malaria

He oído por la radio que cada 15 segundos muere un niño en el mundo. ¿No es horroroso? Trato de pensar en ello, y mientras lo hago, muere uno. Es increíble, no puedo ni imaginarme la cantidad de madres y padres desesperados que ven a diario morir a sus hijos sin saber qué hacer. Y ha muerto otro. Y esos gobiernos, ¿qué hacen por sus gentes? Unos de hambre, otros de sida, deshidratados y enfermos. Ha podido morir otro más.

No es que pretenda escribir algo triste, aunque la realidad supere cualquier resquicio de esperanza, es que quería contar lo que a mi juicio es una gran noticia: el principio del fin de la malaria.

El investigador y médico español Pedro Alonso, director del Centro Internacional para la Investigación en Salud del Hospital Clinic de Barcelona, ha diseñado una vacuna que se revela eficaz para inmunizar a los niños desde que nacen, y evitar así millones de muertes. Los resultados, que publica la revista The Lancet en su edición digital, confirman las expectativas creadas por la vacuna, desarrollada por Glaxo Smith Kline (GSK) y cuyas pruebas, dirigidas por Alonso y financiadas por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), el Gobierno de Mozambique y varias ONG, se han desarrollado en Manhiça (Mozambique). Y la novedad es que, dicha vacuna, ya había funcionado antes en niños de 4-5 años, pero eso no era suficiente, ya que la prevención hay que hacerla de forma muy precoz, y ahora, es demostrablemente eficaz hasta en bebés de menos de 1 año.

Es por ello que la previsión es que, dicho medicamento, pueda estar completamente contrastado y por fin distribuido en 3 ó 4 años.

Creo que escribiendo esto, han muerto 20 niños más.