lunes, 3 de agosto de 2015

Cosas (increibles) que le pasan a una...


Primer día de vacaciones.

Llevo mi coche al taller para reparar la dichosa puerta del copiloto que lleva meses sin poderse abrir des de fuera.

En el taller, mi amiga María del Mar, me ofrece un vehículo de cortesía con el depósito lleno para que pueda moverme el tiempo que el coche esté en reparación: un wolkswagen polo de los nuevos.

Agarro el bolso de la playa y me voy dirección a pasar un día de relax y sol, de tranquilidad y algo de narcisismo en un rincón precioso de la costa.

Paso el día allí dándome algún caprichito (qué carajo, son vacaciones!): una hamaca, un refresco, unas aceitunas y una clara después. Viene a ser para mi la divina gloria. Sol, descanso, música, lectura y el mar.

A las 16,30h decido marcharme para casa a comer algo... Y aquí empieza la parte emocionante de la historia.

Con el mando, abro el coche. Abro la puerta del copiloto, dejo el bolso, pongo la llave y hago contacto (para refrescar aquel infierno antes de entrar), cierro la puerta y me voy hacia la puerta del piloto y... SORPRESA! El coche está cerrado!!!!!! El coche está cerrado, en marcha y con todas mis cosas dentro! Y por cosas digo dinero, ropa y teléfono.

A esa hora en el aparcamiento de tierra sin ni una punyetera sombra no hay absolutamente nadie.
Intento abrir todas las manetas una y otra vez mirando hacia los lados buscando a alguien y me dan ganas de llorar...

Vale, piensa -me digo- haz algo! Me pongo en la carretera (sin alejarme a penas del coche porque me viene a la cabeza la idea de que algún "malo" pase por allí, rompa el cristal y se lleve el coche con las llaves puestas) y a los 10 minutos se obra el milagro y aparece un coche de mossos de escuadra.

Les paro, por favor, por favor, necesito ayuda y no sé que hacer...

A partir de ahí transcurren 120 (larguísimos) minutos en los que ellos intentan localizar el taller, a mi amiga, al seguro, a mi hermana o a algún alma caritativa que quiera venir a buscarme o que se lleve el coche cerrado, con mis cosas y bien frío a tomar viento.

Estoy en casa, sana y salva. Y por si alguien se lo pregunta, sí, mi coche si puede abrirse aun con las llaves puestas. Y sí, me he quemado la piel de estar 2 horas al sol sin ni una sombra, ni protección, ni un bañito. Y sí, empiezo mal las vacaciones porque para rematar, me han puesto una multa por aparcar en un parquing sólo para residentes (a mi, y a unos 25 coches más).

Gracias sister y cuñado!


Cosas (increibles) que le pasan a una...

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