Esta ha sido una semana muy dura. El domingo nos levantamos con una mala noticia, mi padre había sufrido un infarto mientras dormía, debíamos trasladarlo al Hospital de Sant Pau de Barcelona donde después de hacerle un cateterismo ingresaría en la UCI.
Mi madre, mi hermana y yo, trabajamos en el ámbito sanitario. Estamos muy acostumbradas a oír hablar de desgracias relacionadas con la salud, de enfermedades graves y de tratamientos muy duros que no curan enfermedades aun peores... Pero no en nuestra familia, no en mi padre.
Fue realmente impactante mirarnos a los ojos, los cuatro, y aun teniéndolos humedecidos organizarnos rápidamente para acompañarlo y que en ningún momento de tan dura experiencia pudiera sentirse solo. Creo que cumplimos con nuestro objetivo, el de quererle, el de acompañarle y el de demostrarle nuestro apoyo y entereza.
Mi padre lo superó. Su salud de hierro, sus buenos hábitos y su valentía han hecho que en 5 días estemos de alta en casa.
Ahora nos toca apretar un poco los dientes: mucha medicación, 20 minutos de paseo mañana y tarde, nada de sobresaltos y a cuidarse mucho.
Y bienvenidas sean las indicaciones médicas. Las cumpliremos a raja tabla ¿verdad papá? Estamos en sus manos.
Te queremos todos mucho.
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