Estoy sentada ante el ordenador rebuscando y perdiéndome en la inmensidad de internet. Bloggerman está desde las 22h sentado frente al televisor y con la radio puesta viendo y escuchando el gran clásico: Real Madrid - F.C. Barcelona.
La verdad es que me gustaría verlo. La verdad es que me resultaría interesante. No es que me guste mucho el futbol, pero un partido así...
Pero no voy a verlo, he decidido no verlo. Estaba aburrida de este partido muchísimo antes de que empezara. Llevan semanas, puede que meses, hablando de él. De las posibilidades de ambos equipos, de las estadísticas relacionadas con los clubes, con los clásicos acontecidos durante la historia, de los jugadores, de los motes que la gente de la calle les pone, de Messi, de Ronaldo, de los entrenadores, de Laporta, de Florentino, de los seguidores, de los ultras de los dos equipos, de los locutores que radiaran el partido y hasta de alguna profecía infundada del número "10". Harta...
Siento que los medios de comunicación, a veces, parece que lo jueguen todo a una carta y hoy, un día como hoy, se paralice el mundo.
Pues bien, que se pare, pero yo no lo voy a ver. Ya tengo bastante con oir de fondo la radio, los "uisss" de Bloggerman y los gritos de la gente de la calle que se agolpa delante del televisor en el bar de enfrente de mi casa.
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