Soy consciente que hacer juicios de valor aquí sentada, en mi casa, sin conocer exactamente las causas, ni a los protagonistas, ni las circunstancias que han llevado a esas personas a protagonizar un suceso tan dramático como éste es fácil, pero os juro, que a veces una parece que vive en el mundo al revés.
El caso es el siguiente: una mujer se divorcia de su pareja tras años de recibir malos tratos, el juez decreta una orden de alejamiento para él, y éste, haciendo caso omiso irrumpe en el domicilio de la mujer a las 4 de la madrugada, entra en el dormitorio de la misma y la golpea y retuerce el cuello hasta creer que está muerta. Los hijos de ambos presencian la brutalidad ante la impasible mirada del padre.
Conclusión: la mujer afortunada y milagrosamente no fallece pero queda en estado de tetraplegia.
Fallo: el (iluminado) magistrado Luciano Varela del Tribunal Supremo reduce la pena impuesta de 21 años y 10 meses en 5 años, pues según el juez, no existe alevosía.
Es alucinante, ¿no? Parece ser que entrar a las 4 de la madrugada en casa de tu exesposa de la que tienes una orden de alejamiento impuesta, con un cuchillo en la mano, habiéndola amenazado de muerte con anterioridad en muchas ocasiones, golpearla y retorcerle el cuello delante de tus hijos mientras ellos te ruegan que pares y tú diciendo que se lo merecía, no es ALEVOSÍA.
No doy crédito, la verdad. A la mierda la justicia, los jueces machistas y los hombres asesinos.
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