Una, otra y otra vez. Los asesinos vuelven a hacer lo único que saben: matar. Desde aquí mi más absoluta repulsa por los hechos acontecidos en Álava. Y mi más profundo y sentido pésame a la esposa y al hijo (de tan sólo 5 años) de Juan Manuel Piñuel. Que se mejoren los 4 compañeros heridos.
No puedo decir más, sólo que a las 12h hay que concentrarse en las plazas de cada ciudad y de cada pueblo, todos unidos, para pedir, una vez más, la paz.
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