Resulta novedoso que Estado y gobierno autonómico se sienten en una mesa a negociar los presupuestos que se destinarán en materia de infraestructuras a Catalunya en el 2008. Es evidente, que eso solo puede ocurrir en un marco en que las relaciones entre diferentes administraciones es mejor que nunca, ya que cada vez mas, los gobernantes no se ven entre ellos como enemigos y sí como elementos de valor que conocen muy bien el terreno donde invertir y las necesidades de sus ciudadanos.
Solo en el 2007 Catalunya obtendrá de las arcas del Estado 826 millones de euros, adicionales a la partida del corriente, un 24% más de los presupuestos de este año, pactados en el 2006. Y de cara al 2008, Catalunya recibirá 4550 millones de euros a los que hay que sumar los 250 millones que Renfe invierte en sus infraestructuras.
No hace falta ser un experto para conocer de la situación caótica que viven las infraestructuras catalanas y de la desesperación de sus usuarios, con lo que este pacto ha sido satisfactorio para el gobierno catalán.
Solo en el 2007 Catalunya obtendrá de las arcas del Estado 826 millones de euros, adicionales a la partida del corriente, un 24% más de los presupuestos de este año, pactados en el 2006. Y de cara al 2008, Catalunya recibirá 4550 millones de euros a los que hay que sumar los 250 millones que Renfe invierte en sus infraestructuras.
No hace falta ser un experto para conocer de la situación caótica que viven las infraestructuras catalanas y de la desesperación de sus usuarios, con lo que este pacto ha sido satisfactorio para el gobierno catalán.
Acabamos así con una etapa de sequía en las inversiones en Catalunya fruto de la mala política en infraestructuras de gobiernos anteriores.
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